martes, septiembre 18, 2007

Dos textos de un poeta en toda la extensión

Eliseo Diego y Nicolás Guillén




por selva oscura... Un poema no es más que una conversación en la penumbra del horno viejo, cuando ya todos se han ido, y cruje afuera el hondo bosque; un poemano es más que unas palabras que uno ha querido, y cambian de sitio con el tiempo, y ya no son más que una mancha, una esperanza indecible; un poema no es más que la felicidad, que una conversación en la penumbra, que todo cuanto se ha ido, y ya es silencio.


TESTAMENTO


Habiendo llegado al tiempo en que la penumbra ya no me consuela más y me apocan los presagios pequeños; habiendo llegado a este tiempo; y como las heces del café abren de pronto ahora para mí sus redondas bocas amargas; habiendo llegado a este tiempo; y perdida ya toda esperanza de algún merecido ascenso, de ver el manar sereno de la sombra; y no poseyendo más que este tiempo; no poseyendo más, en fin, que mi memoria de las noches y su vibrante delicadeza enorme; no poseyendo más entre cielo y tierra que mi memoria, que este tiempo; decido hacer mi testamento.

Es este: les dejo el tiempo, todo el tiempo.


Eliseo Diego